Un frondoso árbol del Parque Victoria y un banco de metal son el consultorio de Lorenzo Orozco, quien desde hace 40 años se dedica a aliviar los dolores musculares, torceduras o esguinces de sus clientes.
"Por mis venas corre sangre de soñadores, yo heredé el oficio de mis antepasados y la pomada que uso es única, la preparo yo mismo", afirma Orozco.
A diario atiende un promedio de 10 a 15 clientes, quienes vienen de todos los rincones del país para sanar su dolores. Uno de ellos es Eduardo Ávila, quien se cayó de su moto hace hace 3 semanas, que le provocó un fuerte dolor en su brazo lo llevó. Él afirma que "Antes de ir al doctor, prefiero ir al sobador".
El pintoresco sobador no quiere dejar morir el oficio que diariamente le da una ganancia de hasta $ 80.
El sobador del Parque Victoria de Selena Piguave
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